miércoles, 25 de marzo de 2009

ESTUDIOS CIENTÍFICOS


Trabajar de noche puede provocar cáncer


Dinamarca ha indemnizado a 38 mujeres que han desarrollado un tumor de mama después de trabajar más de 20 años en horario nocturno. Otros países europeos analizan esta relación y si es procedente conceder compensaciones.


Gobiernos y patronales de todo el mundo se preparan para hacer frente a las presiones que soliciten indemnizaciones y cambios en las pautas de trabajo a raíz de un estudio que sugiere que los turnos nocturnos de trabajo pueden causar cáncer.

Colectivos de pacientes oncológicos, investigadores y sindicatos están analizando las evidencias sobre esta relación después de que la Junta Nacional de Lesiones Industriales de Dinamarca aprobara una compensación de hasta 134.000 euros para cada una de las 38 mujeres que desarrollaron cáncer de mama después de trabajar un mínimo de una noche a la semana durante, al menos, 20 años.

Una revisión de estudios de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, según sus siglas en inglés) concluye que el trabajo nocturno altera los ritmos circadianos e inhibe la producción de melatonina, una hormona que puede influir en el desarrollo del cáncer. “Es probable que los turnos que impliquen perturbaciones circadianas sean cancerígenos para el ser humano”, indica el informe, que sitúa este riesgo al mismo nivel que el de los productos químicos que contengan plomo, los esteroides anabolizantes, la creosota, los gases de los tubos de escape y las lámparas de rayos ultravioleta.

Anticipándose a los hallazgos definitivos del IARC que se publicarán a finales de este año, el Centro Nacional de Cáncer de Mama y de Ovarios australiano advirtió que algunos estudios indicaban un “pequeño aumento en el riesgo de padecer cáncer de mama, en un grupo limitado de mujeres, tras 20 o más años de trabajo en turnos”. Sin embargo, estos hallazgos eran inconsistentes y muchos de ellos estaban “abiertos a problemas de parcialidad y a confusiones”.

Nuevos informes
Frente a la decisión, Grete Christensen, vicepresidenta de la Organización de Enfermeras danesa, siete de cuyos miembros recibieron compensaciones, señaló: “Ahora puedes percibir indemnizaciones por trabajar en turnos nocturnos igual que si estuvieras tratando en una fábrica con productos químicos nocivos”.

Otros estados europeos, entre los que se incluyen Países Bajos, Bélgica y Reino Unido, están analizando la posible relación entre los turnos de noche y el desarrollo de cáncer de mama. Estos resultados pueden determinar si es o no procedente conceder indemnizaciones.

La Asociación de Cáncer de Finlandia ha asegurado que un estudio sobre trabajo y cáncer realizado en los países nórdicos, que se publicará en las próximas semanas, aportará nuevos datos sobre el nexo entre los turnos de noche y el desarrollo de procesos oncológicos tanto en hombres como en mujeres.

Hasta una quinta parte de los empleados de Europa y Estados Unidos están sujetos a turnos que incluyen noches. Más del 30% trabaja en los sectores de sanidad, industria, minería, transporte, comunicaciones y tiempo libre y ocio.

Evidencias suficientes “Hay suficientes evidencias de que el trabajo nocturno perjudica a la salud en ambos sexos”, asegura Laurent Vogel, director del departamento de Salud y Seguridad del Instituto de la Confederación de Sindicatos Europeos. “El objetivo es limitar la actividad laboral nocturna por razones técnicas o sociales, y no solamente por una cuestión de rentabilidad”.

La Junta Nacional de Lesiones Industriales de Dinamarca examinó 75 casos el año pasado y aprobó indemnizaciones en 38 de ellos. Este organismo anunció que podría reconocer el trabajo nocturno como una enfermedad profesional una vez que se publique el informe final del IARC, agilizando la concesión de indemnizaciones.

Certezas sobre los males de la nocturnidad
Hay suficiente evidencia científica de que los trabajadores por turnos (personal sanitario, de seguridad o transporte, entre otros) sufren más estrés, dolor de cabeza, fatiga y alteraciones cardiovasculares y digestivas. También está demostrado que la productividad de un trabajador por la noche es un 30% menor que por el día. Sin embargo, todavía no hay tantos datos sobre la relación entre cáncer y nocturnidad.

Hace unos meses, el 'Journal of National Cancer Institute' publicó hace unos meses dos estudios epidemiológicos independientes (el primero, realizado en las universidades de Washington, Seattle y Connecticut sobre más de 1.500 mujeres, y el otro de la Universidad de Boston, sobre más de 78.000 enfermeras) que relacionan la melatonina (una hormona que produce el cerebro durante el descanso nocturno) y el cáncer de mama.

Según los autores, si se estimula la retina con luz artificial se altera la producción de melatonina y el déficit de la hormona se asocia a un aumento de los niveles de estrógenos (hormonas femeninas), que favorecen la proliferación de tejido mamario, incluidos algunos tipos de tumores.

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