Llamamientos paz en Gaza, liberación niños secuestrados
CIUDAD DEL VATICANO-Después de rezar el Ángelus este mediodía, el Papa felicitó a los fieles de las Iglesias Orientales, que siguiendo el calendario juliano celebran mañana la Navidad.
Tras manifestar el deseo de que “la memoria del nacimiento del Salvador encienda cada vez más en sus corazones la alegría de ser amados por Dios”, el Santo Padre dijo: “El recuerdo de estos hermanos nuestros en la fe me lleva espiritualmente a Tierra Santa y a Oriente Medio. Sigo con profunda preocupación los violentos enfrentamientos armados que tienen lugar en la Franja de Gaza. Mientras confirmo que el odio y el rechazo del diálogo no conducen más que a la guerra, hoy quisiera alentar las iniciativas y los esfuerzos de quienes, preocupados por la paz, están tratando de ayudar a israelíes y palestinos a sentarse alrededor de una mesa y a hablar. ¡Que Dios apoye el compromiso de estos "constructores de paz"!.
Benedicto XVI afirmó a continuación que la fiesta de la Epifanía, “en muchos países, es también la fiesta de los niños. Pienso especialmente en todos los niños, que son la riqueza y la bendición del mundo, y sobre todo en aquellos a los que se les niega una infancia serena”.
“Deseo llamar la atención, en particular -dijo-, sobre la situación de decenas de niños y muchachos que, en estos últimos meses, incluido el período navideño, en la provincia oriental de la República Democrática del Congo, han sido secuestrados por bandas armadas que han atacado las aldeas y causado numerosas víctimas y heridos. Hago un llamamiento a los autores de estas brutalidades inhumanas para que devuelvan estos muchachos a sus familias y a su futuro de seguridad y desarrollo al que tienen derecho, junto a esas queridas poblaciones. Manifiesto al mismo tiempo mi cercanía espiritual a las Iglesias locales, también golpeadas tanto en sus hijos como en sus obras, mientras exhorto a los pastores y fieles a permanecer fuertes y firmes en la esperanza”
El Papa dijo que “los episodios de violencia contra los niños, que por desgracia existen también en otras partes de la tierra, son todavía más deplorables si se considera que en 2009 se celebra el vigésimo aniversario de la Convención de los Derechos del Niño: un compromiso que la comunidad internacional está llamada a renovar para defender y promover a la infancia de todo el mundo. Que el Señor ayude a quienes trabajan diariamente al servicio de las nuevas generaciones -¡y son innumerables!-, ayudándoles a ser protagonistas de su futuro”.
“Además, la Jornada de la Infancia Misionera, que se celebra en la fiesta de la Epifanía, es una ocasión oportuna -concluyó- para subrayar que los niños y los muchachos pueden desempeñar un papel importante en la difusión del Evangelio y en las obras de solidaridad con sus coetáneos más necesitados. ¡Que el Señor les recompense!”.
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