El papa Benedicto XVI ha dispuesto la concesión de la indulgencia plenaria para todos aquellos que asistan al VI Encuentro Mundial de las Familias de Ciudad de México, así como a quienes recen con las mismas intenciones espirituales."El Santo Padre concede a los fieles la Indulgencia plenaria, que se obtendrá mediante las habituales condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y rezo según las intenciones del mismo Sumo Pontífice)", asegura el Vaticano en un comunicado de prensa divulgado hoy con motivo de la apertura de su Año Judicial.
Queda "excluido -añade- cualquier adepto al pecado en los días en los que devotamente participarán en el VI Encuentro Mundial de las Familias", que tendrá lugar del 14 al 18 de enero próximos en la capital mexicana.
Según la Santa Sede, los fieles "verdaderamente" arrepentidos que no podrán participar en la reunión conseguirán la indulgencia plenaria de la misma forma si, con su pensamiento en los fieles presentes en México, recitan en familia un "Padre Nuestro", el "Credo" u "otras devotas oraciones".
El VI Encuentro Mundial de las Familias fue presentado este viernes en el Vaticano en un acto en el que se recordó que, aunque Benedicto XVI no acudirá a Ciudad de México por motivos de salud (los médicos le desaconsejaron el viaje debido a la altitud de la capital mexicana), sí lo seguirá y participará por videoconferencia.
"El Sumo Pontífice desea ardientemente estar presente con su corazón, ya que no puede físicamente, en el evento mexicano, mediante el envío, como representante de su persona, del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado", dice la nota.
Durante el encuentro en la capital mexicana, la familia, dice el Vaticano, será tenida "en consideración en el aspecto doctrinal y en la acción apostólica que le son propias".
Según la Santa Sede, la reunión pretende transmitir a las próximas generaciones los valores de "conciencia" que han de cultivar "con la ayuda de la Gracia de Dios".
La indulgencia plenaria es la reducción o eliminación de las penas que derivan de haber cometido un pecado y que puede ser obtenida en determinadas condiciones siempre que se esté en estado de gracia, según precisa la "Enchiridion Indulgentiarum".
Las indulgencias aparecen por primera vez en 1091. Permitía conmutar la penitencia por obras públicas, como la construcción de iglesias.
La Penitenciaría de la Curia Romana precisó tras la revisión de la "Enchiridion Indulgentiarum" que el propósito de la indulgencia no es sólo ayudar a los fieles a descontar las penas del pecado, sino impulsarles a realizar acciones de piedad, de penitencia y de caridad.
Queda "excluido -añade- cualquier adepto al pecado en los días en los que devotamente participarán en el VI Encuentro Mundial de las Familias", que tendrá lugar del 14 al 18 de enero próximos en la capital mexicana.
Según la Santa Sede, los fieles "verdaderamente" arrepentidos que no podrán participar en la reunión conseguirán la indulgencia plenaria de la misma forma si, con su pensamiento en los fieles presentes en México, recitan en familia un "Padre Nuestro", el "Credo" u "otras devotas oraciones".
El VI Encuentro Mundial de las Familias fue presentado este viernes en el Vaticano en un acto en el que se recordó que, aunque Benedicto XVI no acudirá a Ciudad de México por motivos de salud (los médicos le desaconsejaron el viaje debido a la altitud de la capital mexicana), sí lo seguirá y participará por videoconferencia.
"El Sumo Pontífice desea ardientemente estar presente con su corazón, ya que no puede físicamente, en el evento mexicano, mediante el envío, como representante de su persona, del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado", dice la nota.
Durante el encuentro en la capital mexicana, la familia, dice el Vaticano, será tenida "en consideración en el aspecto doctrinal y en la acción apostólica que le son propias".
Según la Santa Sede, la reunión pretende transmitir a las próximas generaciones los valores de "conciencia" que han de cultivar "con la ayuda de la Gracia de Dios".
La indulgencia plenaria es la reducción o eliminación de las penas que derivan de haber cometido un pecado y que puede ser obtenida en determinadas condiciones siempre que se esté en estado de gracia, según precisa la "Enchiridion Indulgentiarum".
Las indulgencias aparecen por primera vez en 1091. Permitía conmutar la penitencia por obras públicas, como la construcción de iglesias.
La Penitenciaría de la Curia Romana precisó tras la revisión de la "Enchiridion Indulgentiarum" que el propósito de la indulgencia no es sólo ayudar a los fieles a descontar las penas del pecado, sino impulsarles a realizar acciones de piedad, de penitencia y de caridad.
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