lunes, 20 de octubre de 2008
SIEMPRE DIALOGAR...
Ratzinger y el filósofo ateo Paolo Flores dialogan sobre la fe y el ateísmo
RD/EFELunes, 20 de octubre 2008
El debate público que mantuvieron el año 2000 el entonces Cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI, y el filósofo ateo y periodista Paolo Flores d'Arcais sobre la fe, el ateísmo y las relaciones entre fe y razón, entre otras cuestiones, es el eje central del libro "¿Dios existe?, editado ahora en España.
Temas tan controvertidos y tan de actualidad como el conflicto entre los valores comunes entre cristianos y ateos, el aborto, el pontificado de Juan Pablo II, la caída del comunismo, el relativismo frente a los valores universales y los derechos humanos, entre otros, fueron debatidos entonces, desde posiciones claramente contrapuestas, entre ambos intelectuales.
Editado por Espasa, "¿Dios existe?" parte de sendos textos escritos por cada participante en el debate, que enmarcan éste, y sitúan al lector en el vértice central de las preocupaciones en el año 2000 de ambos personajes respecto del cristianismo y el ateísmo.
El cardenal Ratzinger, que llegaría a ser elegido Papa el año 2005, centra su texto introductorio en la crisis del cristianismo, mientras que Paolo Flores, lo hace bajo la premisa de que la Iglesia católica rechaza el diálogo, a la vez que incide en las contradicciones en las que, en su opinión, incurre la institución.
Bajo el enunciado "La pretensión de la verdad puesta en duda", Joseph Ratzinger aborda la crisis del cristianismo en los comienzos del tercer milenio, crisis profunda que, sostiene el ahora pontífice, es consecuencia "de la crisis de su pretensión de la verdad", y que presenta una doble dimensión.
De un lado, "se plantea cada vez más la cuestión de si realmente es oportuno aplicar el concepto de verdad a la religión; en otras palabras, si les está dado a los hombres conocer la auténtica verdad sobre Dios y las cuestiones divinas".
Por el otro, señala Ratzinger, "todo este escepticismo general frente a la pretensión de la verdad en materia de religión se ve respaldado, además, por las cuestiones que la ciencia moderna ha planteado sobre los orígenes y los contenidos del cristianismo", con la teoría de la evolución y con los conocimientos sobre el origen del hombre.
Paolo Flores, bajo el enunciado "Ateismo y verdad", afirma que todas las argumentaciones existentes contra el escepticismo y el ateísmo "-una vez venidas a menos las empírico-racionales de las 'vías' tradicionales- se basan en la intimidación: o Dios o la nada.
O la fe o el nihilismo. O la eternidad más allá de la vida terrenal, ese 'sentido' que derrota a la muerte, o la radical falta de sentido".
Para Flores d'Arcais, los valores del Evangelio son "el verdadero terreno para un compromiso común -de creyentes y no creyentes- en la seriedad de la existencia.
Esa actuación conjunta, añade, en pro de la dignidad para todos y la justicia, implica para el cristiano de hoy "el desgarro entre fe e Iglesia, entre obediencia al Evangelio y obediencia a la jerarquía".
Pero para el ateo, afirma, "esa acción exige algo mucho más difícil de afrontar: el círculo vicioso por el que practicar la solidaridad efectiva y la primacía del 'tú' se convierte en un deber de sacrificarse -para que la dignidad igual no se quede en retórica- que en general tiene éxito solo teniendo fe en el Otro, entendido precisamente como Dios padre".
"La piedra donde tropezar, concluye Paolo Flores, es para el cristiano la tentación de dictar la ley, en nombre de una presunta ley natural que coincide siempre -qué casualidad, afirma- con la palabra "ex cathedra". La piedra donde tropezar es para el ateo la incapacidad de la caridad".
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