viernes, 24 de octubre de 2008

¿LA SALVACIÓN ESTÁ EN LA IGLESIA?


¿Hay salvación fuera de la Iglesia? ¿Se salvan las personas de otras religiones?
Responde el P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.
Pregunta:


¿Se pueden salvar los que no pertenecen a la Iglesia? Respecto de la Salvación, que implica estar en comunión con Dios, que pasa con nuestros hermanos de otras religiones, sectas y demás; como ser musulmanes, judíos, budistas, hinduistas, protestantes, Testigos de Jehová, etc. Si no reconocen a Jesucristo como Dios, ¿podrán estar en comunión con El y compartir la vida eterna? ¿Quien se va a condenar? Esteban

¿Hay salvación fuera de la Iglesia? Elena

Los que no conocen a Dios o nunca les predicaron; ¿se condenan? ¿no hay salvación para ellos? Julián.

Respuesta:

Estimados:

La enseñanza de la Iglesia es que 'fuera de la Iglesia no hay salvación'. Pero debemos entender muy bien esta afirmación para no darle un sentido equívoco.

Podemos resumir la enseñanza de la Iglesia diciendo lo siguiente: 'Así como Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres, así también la Iglesia es el medio universal y único de salvación. Ningún hombre puede pues salvarse sin pertenecer a ella, ya sea con toda realidad, ya sea cuando menos por su dispo­sición profunda'.

La doctrina de la Iglesia debe unificar al mismo tiempo varias verdades, que son:

a) que Dios quiere realmente la salvación de todos los hombres;

b) que la Iglesia es el único sacramento de salvación, y que es necesario pertenecer a ella para poder salvarse;

c) que no hay sin embargo dos Iglesias, universal pero invisi­ble una, y visible pero limitada la otra, sino que en la tierra existe solamente una misma y única Iglesia, a la vez visible e invisible. mística e institucional.

Intentemos explicar este misterio:

1. La Iglesia, único sacramento de la salvación

'Así como Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres, así también la Iglesia es el medio universal y único de salvación. Ningún hombre puede pues salvarse sin pertenecer a ella, ya sea con toda realidad, ya sea cuando menos por su disposición profunda ('reapse vel voto')'.

Esta tésis es de fe, según el magisterio ordinario y universal de la Iglesia confirmado por varias declaraciones, solemnes, en particu­lar la del IV concilio de Letrán (1215): 'existe una sola Iglesia, la Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual absolutamente nadie (nullus omnino) se salva' (Dz 430). Y la del concilio de Flo­rencia (Dz 714). Véanse asimismo los textos de Inocencio III (Dz 423), de Bonifacio VIII en la bula Unam Sanctam (Dz 468), de Clemente VI (Dz 570 b), de Benedicto XIV (Dz 1473), de Pío IX (Dz 1647, 1677), de León XIII (Dz 1955), de Pío XII en su encíclica Mystici corporis (Dz 2286-2288), del Santo Oficio en su carta de 8 de agosto de 1949 al arzobispo de Boston a propósito del asunto Feeney (Dz 3866-3872). Resumiendo y recogiendo toda esta doctrina tradicional, el concilio Vaticano II reafirma, a su vez, 'que esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación. En efecto, sólo Cristo es mediador y camino de salvación. y se hace presente a todos nosotros en su cuerpo que es la Iglesia' (L. Gent., 14).

La fe de la Iglesia tocante a la necesidad del papel por ella desempeñado, le llega de la Escritura a través de la tradición.

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