miércoles, 3 de junio de 2009

UN GESTO DE AMOR


MANTIENEN CINCO RESIDENCIAS DE ANCIANOS EN EL ESCORIAL, SORIA Y BURGOS
Absuelven a las Reparadoras de Prado Nuevo por ser voluntarias
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León respalda el trabajo en residencias de las «Reparadoras», entiende que es una tarea de volunatriado y que, por tanto, no adeudan nada a la Seguridad Social. La Fundación Virgen de los Dolores y las «Seglares Reparadoras» nacen de la experiencia de fe de Amparo Cuevas, una laica que dice haber sido testigo de apariciones de la Virgen en el Prado Nuevo de El Escorial.


(P.J. Ginés/La Razón) El trabajo con ancianos y necesitados que la asociación «Seglares Reparadoras Amor, Unión y Paz», lleva a cabo en centros de la Fundación Virgen de los Dolores, es una tarea de voluntariado y servicio solidario, sin base contractual ni salarial, y por lo tanto no adeuda nada a la Seguridad Social.

Ésa es la conclusión del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que se hizo pública el pasado viernes, y coincide con una sentencia de febrero del Juzgado de lo Social número 2 de Madrid. La sentencia de Madrid detallaba que la comida y la ropa que la Fundación aporta a las voluntarias para su sostenimiento no pueden considerarse un pago ni evidencia de relación laboral o contractual.

El pasado 9 de enero, el titular del Juzgado de lo Social de Soria estimó las pretensiones de la Seguridad Social acerca de una de las residencias de ancianos de la Fundación Benéfica Virgen de los Dolores y condenaba a la Fundación a pagar cuotas no satisfechas de las Reparadoras. Presentado el recurso, ahora el Tribunal Superior de Castilla y León anula la sentencia de Soria.

«Servicio público a los pobres»

La sentencia recuerda que en los estatutos de las Reparadoras se especifica que sus fines son «la santificación de sus miembros mediante el servicio público a los pobres, aspirando a vivir según los consejos evangélicos y dando a su vida un sentido reparador. Los miembros de la Asociación encargados del servicio a los necesitados, no percibirán por el mismo ninguna clase de emolumentos, fiados en la divina providencia». También cita la sentencia la relación entre las Reparadoras y la Fundación, descrita en un convenio de 1993: «No existirá relación contractual laboral alguna», «no existe “animus obligandi” ni en quien recibe los servicios ni en quien los presta, ni remuneración de ninguna especie».

Las Reparadoras, aunque visten hábito, no son religiosas, sino seglares, y viven en las mismas residencias que los ancianos que atienden, los cuales pagan entre 180 y 650 euros mensuales, en función de sus recursos.

La Fundación Virgen de los Dolores y las «Seglares Reparadoras» nacen de la experiencia de fe de Amparo Cuevas, una laica que dice haber sido testigo de apariciones de la Virgen en el Prado Nuevo de El Escorial. Desde hace pocos meses, el Arzobispado de Madrid permite las reuniones de fieles para orar y celebrar la misa en Prado Nuevo, y cada primer sábado de mes se reúnen allí miles de personas.

La Fundación Virgen de los Dolores mantiene cinco residencias para ancianos y enfermos: dos en El Escorial, una en el pueblo madrileño de Griñón, otra en Torralba (Soria) y una, en construcción, en Peñaranda de Duero (Burgos)

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