Todo es bello, Señor,porque lo ha hecho
tu voluntad; Señor, porque has querido
que el agua tenga lunasy el helecho
frescor y aroma el àrbol florecido.
Y has dado tu calor al dulce lecho
del cervatillo, que en la paz dormido
descansa de la huida y el acecho,
y al bosque, en su silencio, tu sonido.
Todo es bello, Señor, y me acongoja
pensar en medio de tanta belleza,sòlo
es pequeña y mìsera mi vida.
Pero tu lluvia en jùbilo me moja,
y tu bondad disipa mi tristeza,
¡ que ni mi humilde choza se te olvida!
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