domingo, 2 de agosto de 2009
LEER EN VERANO
( Monseñor Pujol, arzobispo de Tarragona, en su carta pastoral titulada «Aprovechar las vacaciones» nos recuerda cómo Benedicto XVI (y su antecesor, Juan Pablo II), dedica buena parte de su tiempo de descanso estival a la literatura, tanto leyendo como escribiendo. Monseñor José Sanchez, en igual documento dedicado a este tiempo de asueto que tiene la mayoría de los españoles, también recuerda que «es tiempo propicio para cultivar aficiones legítimas, leer libros pendientes, escuchar música o ver películas o vídeos que nos sirvan de provecho para nuestra formación o simplemente para nuestro legítimo disfrute».
Espirituales y religiosas
El director de «Alfa y Omega», Miguel Ángel Velasco, aboga por la que es, con seguridad, la lectura más fundamental: los Evangelios «porque aplicados a la lectura del periódico del día, es la mejor manera de sacar conclusiones prácticas, concretas, válidas y responsables». En esta misma categoría nos remite a «El silencio de Dios» de Rafael Gambra (Ciudadela Libros), Ángel David Martín Rubio, sacerdote e historiador porque esta obra «nos lleva a reflexionar sobre los pilares esenciales en que reposa una comunidad bien constituida: la tradición, el arraigo, el rito, el fervor, el compromiso… en definitiva, el Amor como entrega de nosotros mismos».
Por su parte, el vicerrector de la Universidad Católica de Valencia, el padre José Luis Sánchez, defiende como lectura veraniega la encíclica «Caritas in Veritate, de Benedicto XVI porque «nos propone, de nuevo, la originalidad del pensamiento cristiano» que al mismo tiempo nos lleva a la consideración básica de que excluir a Dios del hombre, es «inhumano». La tercera encíclica del Santo Padre también es recomendada por Rafael Miner, director del semanario Alba ya que «es imprescindible para entender por qué la economía y las ciencias sociales se han deshumanizado hasta el punto de perder de vista a su verdadero protagonista, el hombre».
El laico místico y escritor, Juan del Carmelo, propone la obra de Jean Lafrance «Morar en Dios» (San Pablo). Un libro en que que el autor «nos enseña el camino para encontrar a Dios dentro de uno mismo, que es el camino para dejarse amar por Dios y entregarse sin reserva alguna a su amor».
El padre Alfonso García Nuño nos invita a abrir las puertas al oriente cristiano de la mano del fundador de la Compañía de Jesús con el título «Ignacio de Loyola y la espiritualidad oriental» (Mensajero-Sal Terrae), firmado por el cardenal Tomas Spidlik: «Además de abrir el mundo de la espiritualidad del oriente cristiano al lector occidental, muestra lo mucho en común que hay entre los dos pulmones de la Iglesia a través de uno de sus grandes maestros de oración, san Ignacio de Loyola».
Algunas de las personalidades consultadas han elegido libros de historia y de ficción, que dan claves para entender el momento cultural que vivimos.
Así, Raúl Mayoral, subdirector general de Relaciones Institucionales y Desarrollo Corporativo de la Fundación San Pablo-CEU, el periodista Vicente Alejandro Guillamón y el responsable del área de Comunicación de cursillos de Cristiandad de Madrid, Eduardo Palanca, han coincidido en señalar «La última escapada» (Libros Libres) del canadiense Michael O'Brian como la lectura del verano. Para Mayoral, «'Un mundo feliz' de Aldous Huxley fue una advertencia a Occidente en los años treinta, Occidente no hizo caso. Tampoco hizo caso a Orwell. A finales de los cincuenta, Huxley dijo que el totalitarismo que había previsto en 1931 se estaba haciendo real a una velocidad mucho mayor de lo que él había creído posible. Predijo una sociedad en la que la familia y la religión quedarían neutralizadas. 'La última escapada' es el último toque de silbato para que Occidente reaccione».
Por su parte, Vicente A. Guillamón plantea que «es una apasionante novela de intriga, con un gran fondo ético y por desgracia actual, donde el Gran Hermano ya no es el Estado totalitario soviético, sino estados de apariencias democráticas, como el español y el USA, pero de intenciones perversas para reprimir la libertad individual y social, e imponer su ideología despótica. Lo recomiendo de todo corazón con la certeza que quien acepte mi sugerencia, me lo agradecerá».
Estos dos razonamientos generales, se completan con la aportación de Palanca: «El tema es muy actual. Parece que habla sobre la España actual, la lucha contra el relativismo del mundo, y ¡la Educación para la Ciudadanía! Todo ello, con un ritmo trepidante que hace que no pares de leer hasta el final».
Del mismo autor, el redactor de «Alfa y Omega» José Antonio Méndez, apuesta por «El padre Elías» (Libros Libres), que también leyó hace dos años en plena época estival. Méndez asegura que los medios españoles hablan poco de Michael O'Brian y que al leer esta novela descubrió por qué: «Es una novela trepidante, entretenida, original. Una buena novela. Y además, de una profundidad teológica importante (aunque accesible) y muy iluminadora. Le garantizo que, tras leerla, tendrá otra visión de satanás, de Obama, de la Alianza de Civilizaciones, del poder de la oración, del anticristo, de O'Brian y de los suplementos culturales de nuestro país».
En este apartado también se ubica la recomendación de Alejandra Ruiz Hermosilla, redactora jefe de El Imparcial, porque «es una obra deliciosa e impecable, una intriga que engancha con una carga de profundiad que deja poso».
Su título, «El hombre que fue jueves» de GK. Chesterton (Valdemar).
Y ¿cómo es posible vivir un verano sin aventuras? Historias reales y noveladas que nos acercan a un mundo trepidante y, al tiempo, nos ayudana aprender.
Así, Marcial Cuquerella, presidente del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia nos anima a disfrutar de los «Episodios Nacionales» (Alianza Editorial) de Benito Pérez Galdós por ser un libro «que marca una vida. Las figuras, héroes y antihéroes que en él aparecen encarnan el bien y el mal de tal forma, sin exageraciones, pero contando la vida y los defectos de cada uno tal cual son, que uno no puede más que sentir admiración por Gabriel de Araceli, amor por Inesilla, pasión por Amaranta y orgullo por una historia de España narrada con tal profusión de datos y descripciones, que uno cree que se encuentra en los mismos Arapiles en la batalla final de la Guerra de la Independencia, en la sitiada ciudad de Salamanca haciendo de espía, en una tenida masónica, o corriendo bosque a través con las partidas de Juan Martín el Empecinado. Leído una vez, uno tendrá siempre la necesidad de hacerlo muchas más».
Gonzalo Altonzano, director del programa «Los últimos de Filipinas» de Radio Intereconomía, también apuesta por las aventuras que enseñan. «Pimpinela escarlata» (Homo Legens), de la Baronesa de Orczy «trata de las hazañas de la Liga de la Pimpinela, un grupo de jóvenes aristócratas ingleses que se adentraban en la Francia de la Revolución para salvar de la guillotina a las buenas gentes del Antiguo Régimen. Es un clásico que puede leerse como una introducción animada a la obra de Burke, como un manual de tácticas contrarrevolucionarias, como un folletín romántico (con sus trabajos de amor perdidos y sus trabajos de amor ganados) o, simplemente, como una novela de aventuras».
Por su parte, el director de la Revista Arbil, Manuel Morillo nos anima a adentrarnos en la epopeya de «Cortés» (Espasa), narrada por Salvador de Madariaga y así valorar cómo fue la vida del conquistador Hernán Cortés «que puede extrapolarse como biotipo humano a muchos españoles de la época» La obra «también es un ensayo sobre los valores que imperaron en la Conquista, Evangelización y Civilización de América, así como los principios por los que España se comprometió en Europa. Pero es tan fantastica la vida de Cortes y está tan bien escrito por Madariaga que sirve como novela de aventuras».
El abogado y escritor Luis Antequera, también apuesta por la historia para el verano. En este caso, por «Tiempos modernos» (Homo Legens) de Paul Johnson, que «no es otra cosa que un repaso a la historia del s. XX, tambien de cuanto aconteció en España, hecha en clave de analisis y reflexión. 'Tiempos modernos', engancha por la fluidez de su estilo, por la claridad de su exposición y por lo original de sus planteamientos, y se lee con la rapidez con la que se leen obras mucho menos voluminosas. Quien supere las 1100 páginas de Tiempos modernos podrá presumir no sólo de conocer la historia del s.XX, sino de estar preparado para analizarla y comentarla con criterio y amenidad».
El presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, por su parte, también busca en la Historia ofrecer claves para la actualidad. Recomienda «Los que susurran. La represión en la Rusia de Stalin» (Edhasa), escrito por Orlando Figes, sencillamente por ser «una monumental descripción de cómo se puede perder la libertad bajo la influencia de la ideología y el miedo cuando todos callan ante el poder. Gran lección para nuestra época».
Para reflexionar
No es mal tiempo el verano, alejado de los quehaceres diarios que nos limitan, para reflexionar un poco. Por ejemplo, con «Relativismo: ¿relativo o absoluto?» de Peter Kreeft, publicado por la Universidad Francisco de Vitoria, cuyo rector es Daniel Sada y que lo presenta así: «Se trata de un ágil ensayo, en forma de diálogo socrático entre un cristiano palestino y una periodista, con el propio Kreeft como notario. La discusión sobre si existen o no absolutos morales le sirven a este católico converso, uno de los más lúcidos apologistas de la fe hoy, para poner en jaque los tópicos del relativismo que nos acosa».
También para hacer un alto, Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, recomienda «La nueva tiranía. El sentido común frente al matrix progre» (Libros Libres), escrito por Juan Manuel de Prada ya que «Juan Manuel de Prada es, a mi juicio, uno de los intérpretes más clarividentes de la compleja realidad cultural de hoy. La combinación de sentido común y talento literario, de pasión por la verdad y de dominio del lenguaje, hacen de esta bien sistematizada recopilación de artículos una obra maestra para aprender, disfrutar y tonificar nuestra esperanza».
También para pensar y aprender es «La cuarta trama» (Ciudadela), escrito por el abogado José María de Pablo y recomenado por el historiador y miembro de HazteOir Alejandro Campoy. A su juicio, «en época estival, el tipo de lecturas que mayoritariamente elegimos suele ser de tipo novelesco y de fácil recorrido, además de buscar el entretenimiento. Esta obra se lee como una novela, con el añadido de que hoy es imprescindible en España estar bien informado sobre los procesos ocultos que se están desarrollando desde aquél infausto 11 de marzo de 2004. Este libro deberían leerlo todos los españoles sin excepción».
Otras propuestas
El director de «La Gallina Ilustrada», José Antonio Fúster, nos plantea el reto de leer «Vida de Pi» (Destino). Una original obra de Yann Martel en la que «en un bote salvavidas en medio del Pacífico luchan por sobrevivir los únicos cinco supervivientes del naufragio de un carguero: un niño, un tigre, una cebra, un mono y una hiena» Para Fúster, poco más se puede decir, salvo que se trata de «una obra magnífica y muy bien traducida».
Por último, ¿es usted de los que no se puede desenganchar de la Red ni siquera en verano? ¿Lleva el portátil entre trajes de baño, toallas y cremas protectoras a primera línea de playa? Entonces la propuesta de Alejandro Bermúdez, director de AciPrensa le gustará. Se trata de «Buscar: cómo Google y sus rivales han revolucionado los mercados y transformado nuestra cultura», una obra de John Batelle, editada por Urano. Los motivos de Bermúdez son de interés para todos, en un mundo globalizado y conectado tecnológicamente: «Hasta hace poco, Internet era una nueva tecnología utilizada bajo los paradigmas de las viejas tecnologías. Google es tal vez una de las herramientas-empresas que están liberando el poder inimaginable, y por tanto, llevándonos al futuro incierto de los cambios exponenciales traídos por 'la red'. El libro tiene propuestas debatibles, pero casi todas muy estimulantes para ayudar a anticiparse a lo que está por venir».
Hasta aquí un surtido de lecturas para el verano. Como decía el anuncio: «busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo». Pero no se olvide de leer en verano.
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