CUANDO EL CINE PUEDE RESULTAR OFENSIVO PARA LOS CRISTIANOS

Cuando el cine puede resultar ofensivo para los cristianos

El estreno en España, el viernes 15 de mayo, de la película Ángeles y demonios vuelve a poner sobre la mesa una polémica cuestión: la ficción, ¿es un ejercicio de libertad creativa o debe respetar la verdad de los hechos? En los ‘Enfoques’ de esta semana en Vida Nueva, Jerónimo José Martín, presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC), considera que esta película, junto a otras como El Código da Vinci o Camino, “calumnian gravemente a la Iglesia católica” y advierte de “la importancia de las ficciones en la propaganda y, en concreto en la creación de leyendas negras“. Muy distinta es la postura de José Luis Sánchez Noriega, profesor de Historia del Cine en la Universidad Complutense, quien considera que “es un error sobredimensionar el tema alzando la voz escandalizada y creando una polémica”.

Sánchez Noriega justifica su afirmación argumentando que “el tiempo pone a cada uno en su sitio, y de esas polémicas a la larga no queda nada. El profesor de la Complutense defiende que, también en el cine, la libertad de expresión “no puede tener otros límites que el Código Penal y el resto de los derechos, particularmente el derecho al honor y a la propia imagen o la protección de la infancia“, y que, aunque en el ámbito de las películas existen “muchos productos rechazables“, “ello no debe llevar a la polémica ni mucho menos a la censura: basta con ignorarlos“. Concluye afirmando que lo relevante “no es que se estrenen películas que incomoden a unos y otros”, sino “por qué se crea la polémica y qué se busca con ella”.

Volviendo al tema de la creación de leyendas negras, Jerónimo José Martín recuerda la que se creó en torno a Pío XII sobre su “supuesta debilidad hacia el nazismo” y a la que, en su opinión, contribuyó la película Amén, basada en la obra teatral El vicario, de Rolf Hochhuth: “Un papa que, en realidad, seguramente fue el principal redactor de la encíclica antinazi Mit brennender Sorge, de Pío XI“. En referencia a Ángeles y demonios, el presidente del CEC califica de “demenciales” las “mentiras” que cuenta Dan Brown en la novela en la que se basa esta película, en la que asegura que el escritor -al que considera un “frívolo irresponsable”- hace una “manipulación de la secta de los Iluminati, a la que pertenecieron, según Brown, Copérnico, Galileo y Bernini… varios siglos antes de que se fundara“, pues dicha secta se creó en 1776.