EL DOMINGO,PASCUA DE LA SEMANA

Si en la Eucaristía se realiza la plenitud del culto que el hombre puede tributar a Dios, y la gracia que mana de esa fuente renueva la vida y la historia hasta la muerte del Señor, avanzar en el conocimiento de la originalidad y novedad del Domingo es un imperativo permanente de los discípulos de Cristo.
Despues de la celebración de la Pascua anual, comenzamos la publicación de doce catequesis sobre el Domingo, Pascua de la semana, que irán aparecciendo sucesivamente.

1. EL DÍA DEL SEÑOR, MEMORIAL DE LA OBRA CREADORA Y SALVADORA DE DIOS.

La Iglesia, durante dos mil años, fiel a una tradición que se remonta a los tiempos apostólicos, ha celebrado cada ocho días el misterio de la muerte, resurrección y glorificación de Jesucristo. El domingo, "Día del Señor" y pascua de la semana, celebra la victoria de Jesús sobre el pecado y la muerte, evoca el día primero de la creación y prefigura en la esperanza el día feliz de su venida gloriosa, en el que la nueva creación inaugurada con su resurrección quedará definitivamente consumada.
En el domingo, el tiempo asume una dimensión de eternidad: está lleno de la gloria de Dios Uno y Trino. El domingo es el memorial de la obra creadora y liberadora del Padre. Ofrece a cada cristiano la posibilidad de insertarse en el misterio de Cristo muerto y resucitado, al marcar su ritmo en un "hoy de gracia" en el que experimenta la gozosa realidad de su presencia. Y es el espacio privilegiado de la acción del Espíritu Santo, que hace presentes y operantes los frutos de la redención. "Señor de los días", el domingo no sólo emerge de manera singular en la historia del hombre, sino que está en el centro mismo de esa historia, que es Historia de salvación. (cf. Dies Domini -DD-,2)